jueves, 27 de septiembre de 2007

“La Nueva Economía Toma Fuerza

“La Nueva Economía Toma Fuerza[1]

Toda esta discusión sobre la nueva economía molesta a algunas personas. “Pura alharaca”, comentan. “Nadie ha desafiado las leyes de la oferta y la demanda”. (...)

“Los clientes todavía compran y los vendedores aún venden”, comentan los escépticos. Pero quién es el vendedor cuando Delta opera un conmutador de TWA, de un vuelo que lleva la bandera de United. Y más aún, quién es el cliente cuando usted está volando en United libre de cargos por la millas que ha acumulado gracias a convenios alcanzado con su empresa telefónica por llamadas de larga distancia. (...)

No es difícil entender por qué los economistas prefieren rechazar el concepto de la nueva economía, pues de hacerlo deberán abandonar muchas de sus técnicas y herramientas más queridas.

“Yo la llamo economía invisible, pero es al mismo tiempo economía”, dice David Birch, de la firma estadounidense Cognetics Inc., que monitorea información empresarial.

La prominencia de la tecnología en la expansión económica de hoy deja a muchos observadores ciegos a los cambios de la cultura, la estructura y los sistemas de distribución de las empresas. (...) “La nueva economía es una nueva forma de pensar”, dice Danny Hillis, vicepresidente de investigaciones y desarrollo en Walt Disney Co. “Nadie está diciendo que la vieja economía está muerta o es irrelevante. Según lo que se prevé, la economía industrial persistirá durante mucho tiempo en el tercer milenio, de la misma forma en que la economía agrícola persistió durante la Era Industrial y sigue siendo vital hoy en día”.

1. ¡Han cambiado las fuentes más importantes de riqueza?

Primero, algunos principios: una economía es la suma de cada acción realizada para obtener más por menos. Esa siempre ha sido la fuente de la riqueza y siempre lo será. (...)

De una u otra forma, las innovaciones creadoras de riqueza terminan sustituyendo la energía o los materiales por conocimiento. Esa es una verdad tanto en tiempo paleolíticos, como lo será en el año 3000. (...) durante la segunda mitad del siglo XX, EE.UU. ha triplicado el valor real de su producción, sin aumentar el peso de los materiales producidos. Lo hizo reemplazando, por ejemplo, el carbón por diesel, horas en el auto por trabajo desde la casa. En cada caso, sustituyendo masa y esfuerzo, por conocimiento.

CREANDO INNOVACIONES

El conocimiento se acumula exponencialmente con cada innovación, creando la oportunidad de crear muchas otras. En la economía, esa aceleración de mejoras podría estar entrando en una fase supercrítica, en la que se componen exponencialmente. (...)

DE ÁTOMOS A BITS

Credit Suisse First Boston investigó recientemente las reducciones en capital de trabajo, plantas y equipos, como indicadores de la sustitución de los bienes físicos por conocimiento. Aunque el estudio se limitó a los miembros industriales del índice Standard and Poor’s 500, un sector muy pequeño de la economía, se descubrió que esas empresas crearon US$ 245.000 de riquezas en la década de los 90, tan sólo convirtiendo los átomos en bits.

“Los economistas se están dando cuenta de que esas mejoras están reduciendo los costos de una forma tan radical, que están dando paso a maneras totalmente diferentes de hacer negocios”, dice el consultor de telecomunicaciones David Isenberg, de la firma isen.com. (...)

NO SE NECESITA CAPITAL

Aquí viene la mejor parte: a diferencia de las nuevas acereras, o las nuevas tecnologías de transporte, es increíblemente barato crear y aplicar la mayoría de las innovaciones digitales. Muchas de las innovaciones más importantes en la tecnología celular se han producido en Escandinavia, una de las economías más pequeñas del mundo desarrollado. (...)

La conclusión es que la creatividad está desplazando al capital como el principal elixir del crecimiento. Y la creatividad, aunque es algo preciado, comparte pocas de las limitaciones que complican la disponibilidad y el crecimiento del capital y los bienes físicos. (...)

2. ¿Han cambiado las bases de la fijación de precios y la distribución?

En el texto clásico para los estudiantes de Economía, Paul Samuelson recalcó que cualquier niño puede darse cuenta que una mayor oferta se traduce en una reducción de los precios. Pero eso fue escrito antes de la aparición de Windows y los cajeros automáticos. Los productos empleados en redes, sean estas informáticas, financieras o sociales, aumentan en valor de unidad a medida que la oferta crece.

Un claro ejemplo de ello es la máquina de fax. La primera no valía nada. La segunda aumentó el valor de la primera y así sucesivamente. (...) Brian Arthur, ha popularizado este concepto bajo el nombre de “retornos crecientes” (...)

Los retornos crecientes van de la mano de la sustitución del conocimiento por objetos físicos. Un auto sólo puede ser usado por una persona a la vez. Pero los productos repletos de conocimiento, como la música, las páginas de Internet y los sistemas operativos se pueden usar una y otra vez. (...)

Esto explica el por qué una estrategia loca, como el regalo de un producto básico, se ha vuelto popular en la nueva economía. Un usuario puede bajar desde Internet miles de productos de software gratis, pero el vendedor recauda ingresos de otra fuente, como la venta de actualizaciones, soporte o publicidad. Otra red, la de la telefonía celular, explotó cuando las compañías de telecomunicaciones empezaron casi a regalar los teléfonos a cambio de contratos por su uso.

Estos conceptos no son completamente nuevos: los minoristas los han usado durante años. Gillete regalaba hojas de afeitar para vender rasuradoras. La diferencia es que ahora los regalos y los retornos crecientes, junto a la sustitución del conocimiento para las masas, se están transformando en las nuevas bases del crecimiento, tanto al interior de las empresas como en la economía general”.



[1] En: El Mercurio. 1999. B 7. (Sin más datos). Antigua fotocopia en manos del profesor.

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