martes, 2 de octubre de 2007

Crece la brecha de la riqueza


Crece la brecha de la riqueza

El capitalismo crea desigualdades grotescas.

Lynn Walsh, Partido Socialista (CIT Inglaterra y Gales), 20 de diciembre 2006

El desencadenamiento de las fuerzas capitalistas del libre Mercado, ha profundizado el abismo de desigualdad entre ricos y pobres, capitalista y trabajador, tanto alrededor del globo como dentro de todos los países. Recientes informes muestran que las desigualdades de la propiedad de la riqueza y el ingreso se están acelerando en todas partes.

La desigualdad de la riqueza ha llegado a niveles grotescos. A nivel mundial, el 1% de adultos más rico suma 37 millones de adultos propietarios de al menos $515.000 de dólares en activos cada uno de ellos (propiedades, acciones, efectivo, etc.). Entre ellos, tienen el 40% de la riqueza del planeta, por un total de $125 trillones de dólares.

El 10% más rico es propietario del 85% de la riqueza, mientras la mitad inferior de la población posee solamente 1.1% de la riqueza global. Los activos de una persona típica del mundo (la riqueza media) consiste en alrededor de $2.200 dólares. Se dice que la globalización es buena para todos. Aunque hay más de 1.000.000.000 de personas luchando para sobrevivir con menos de $1 dólar por día.

La mayoría de los súper ricos están basados en los EE.UU., Europa y un puñado de países asiáticos –Japón. Corea del Sur, China etc. – Pero las elites súper ricas están creciendo en muchos países en desarrollo.

Estas cifras para el año 2006, en la cima de la burbuja financiera mundial, fueron producidas por el Instituto Mundial para el Desarrollo de la Investigación Económica patrocinado por las Naciones Unidas.

Aceleración de las desigualdades

La brecha entre los países más ricos y más pobres ha estado creciendo por un siglo o más. En vísperas de la Primera Guerra Mundial en 1913, el PIB per capita (la producción nacional total dividida por la población) era 22 veces más alto en los países ricos. En 1970, era 88 veces más alta. Pero después que la globalización empezó a acelerarse a comienzos de la década de 1980, la brecha se amplió dramáticamente. En el 2000, el PIB per capita de los países ricos era 267 veces el de los países más pobres.

Al mismo tiempo, el crecimiento económico sobre la base del mercado ha aumentado la desigualdad dentro de los países pobres, en desarrollo. China, por ejemplo, que ha experimentado un crecimiento sobre el 10% por año, es uno de los países más desiguales en el mundo: El ingreso medio del 20% de debajo de la población es de menos de 5% de aquel del 20% superior de la población.

Los más ricos de los ricos

Las compañías financieras y de comerciantes de mercaderías de lujo naturalmente están muy interesadas en el crecimiento de la elite global súper rica. Los banqueros de inversiones Merrill Lynch y Capgemini Consultants, producen un informe anual de la riqueza, siguiendo la expansión internacional de los Individuos de Alta Riqueza Neta ("High Net-Worth Individuals" o HNWIs), gente con activos líquidos sobre $1 millón excluida su primera vivienda, vehículos, etc.

En todo el mundo hay 8.7 millones de HNWIs, con activos líquidos totales de $33 trillones de dólares. Su número está creciendo rápidamente, en 6.5% durante 2005. Incluso hay un crecimiento más rápido de los ultra HNWIs, personas con activos sobre $30 millones. Esta elite del 1% de los más ricos del mundo, constituida por 85.000 personas, controla el 24% de la riqueza global.

No es sorprendente que las casas financieras y otros están deseosos de hacerse con este mercado rentable.

A comienzos de diciembre, un escritor del International Herald Tribune comentó acerca de una conferencia de venta detallistas exclusiva en Estambul: "A medida que los ricos se vuelven más ricos, y el número de ricos se expande en mercados de Rusia a China, los establecimientos de lujo del mundo están desplegando nuevas ola de mercaderías ultra caras para atraer a los clientes más prósperos… Las ventas de lujo están aumentando debido al incremento de las clases adineradas en Rusia, China y la India, países que se espera generen el 32% del total de las ventas de lujo en el 2014…"

El grupo Gucci está planeando una estrategia de marketing para sus carteras de $19.000 dólares, mientras Cartier está promoviendo un servicio de €30,000 euros para fragancias mezcladas a pedido para cliente individuales.

Explotación aumentada

Entretanto, "Guerra a la Miseria" (War on Want) ha publicado un informe sobre salarios a nivel de pobreza en Bangladesh. Grandes cadenas detallistas como Primark, Asda y Tesco sostienen que ellas tienen una política de "salarios que permiten vivir" y mantienen estándares éticos para los trabajadores en el extranjero. Sin embargo, ellos reciben suministros de subcontratistas que, en Bangladesh por ejemplo, pagan a los trabajadores 5 centavos por hora por una semana de 80 horas.

The Guardian informó dos ejemplos típicos: "Nazmul, de 24 años cuyo trabajo es pegar broches en las camisas, dijo que el trabajaba regularmente más de 80 horas por semana, con un solo día libre por quincena. Con horas extras él gana 2.400 taka (£17) por mes."

Las mujeres constituyen dos tercios de la fuerza laboral. "Veena, de 23 años, dijo que ella fue acusada de robar una pieza de tela y despedida después de quejarse de acoso sexual. "Yo no robé y me negué a hacer lo que el jefe me pidió [que hiciera]. No hay sindicato. ¿A quien me podría quejar? ¿Quien me devolverá mi empleo?" "

Como consecuencia de la inflación, los salarios en Bangladesh se han reducido a la mitad en los últimos diez años. Un salario para vivir debería ser de unos 3.000 taka, mientras la mayoría de los trabajadores gana solo alrededor de 1.150 taka por mes por una semana de 48 horas.

Pobreza persistente

Los programas del Banco Mundial para reducir la pobreza han tenido poco o ningún impacto. Esta es la conclusión de un estudio de 25 países pobres por el Grupo de Evaluación Independiente del banco. Solamente 11 países experimentaron reducciones de la pobreza, marginales a lo más, mientras que 14 tienen los mismos, o peores, niveles de pobreza en los últimos cinco años.

"El logro de aumentos sustantivos del ingreso per capita, esencial para reducir la pobreza, continúa eludiendo un número considerable de países", declara el informe. Esto a pesar del hecho que los países en desarrollo crecieron colectivamente alrededor de 5-6% por año, excluyendo a China e India que han crecido alrededor del 10% por año.

"El estudio subraya que el crecimiento económico por si mismo no es suficiente: Como son distribuidas las ganancias es igual de importante. En China, Rumania, Sri Lanka y muchos países latinoamericanos, economías en rápida expansión han mejorado el ingreso de muchos, pero los beneficios han sido limitados por un aumento simultaneo en la desigualdad económica, que ha puesto la mayoría del incremento en manos de los ricos y no suficiente en los hogares de los pobres…"

Temores, pero no respuestas.

Los billonarios se están riendo, a los especuladores financieros nunca les ha ido tan bien. Aunque algunos lideres capitalistas que piensan ocasionalmente acerca del futuro de su sistema temen una reacción violenta producto de polarización extrema entre la elite rica y la mayoría empobrecida.

Recientemente, Ben Bernanke, el Nuevo presidente del Banco de la Reserva Federal de EE.UU. hicieron un llamado a una globalización "más justa", defendiendo un "consenso a favor de un cambio que aumente el bienestar" para prevenir la "oposición política y social a la apertura", esto es, al fundamentalismo de libre mercado. Bernake teme tensiones internacionales crecientes y riegos aumentados de terrorismo, alimentado por la desigualdad y la situación apremiante de los trabajadores aquejados pro la pobreza.

Lawrence Summers, antiguo secretario del Tesoro de los EE.UU. bajo el presidente Clinton, también ha advertido sobre los efectos de las crecientes desigualdades. En los últimos cinco años, la economía ha crecido a una tasa sin precedentes, sin embargo, "vemos una ansiedad acerca del sistema de mercado que no tiene precedentes desde la caída del muro de Berlín y probablemente bastante antes."

Aparte de mejorar la educación y la capacitación técnica para los trabajadores, sin embargo, ni Bernanke ni Summers ofrecen ninguna solución real. Summers dice que los gobiernos deberían "mejorar los resultados (el sistema de mercado) producidos naturalmente". Pero no sugiere políticas concretas.

El Mercado capitalista produce inevitablemente polarización entre los capitalistas, que acumulan capital y tienen el poder real, y la clase trabajadora, cuyo trabajo es la fuente real de la riqueza de la sociedad. En los últimos 25 años esta polarización ha sido agudizada por la políticas pro mercado de los gobiernos en todo el mundo: desregulación de los mercados, privatización de antiguos sistemas públicos, restricción de derechos de los sindicatos, etc.

Las desigualdades grotescas no serán superadas jugueteando con políticas gubernamentales. Necesitamos un cambio global del sistema.

Nos moveremos hacia la igualdad solamente cuando los obreros y pequeños campesinos que producen la riqueza tomen la economía, a nivel nacional e internacional, y la gestionen democráticamente bajo un plan socialista de producción. El objetivo de los súper ricos es acumular más y más riqueza personal. El objetivo de la mayoría bajo el socialismo será crear una vida mejor para la humanidad como un todo.

(Fuentes: The Guardian (London) Y EL New York Times, 6.12.06, Guardian Weekly, 30.6.06, "Luxury Sector Focusing on Richest of the Rich", International Herald Tribune, 8.12.06, The Guardian, 8.12.06, Washington Post, 8.12.06, Financial Times (London), 25.8.06, Financial Times, 29.10.06)

CUATRO VISIONES SOBRE LA POBREZA A ESCALA MUNDIAL


CUATRO VISIONES SOBRE LA POBREZA A ESCALA MUNDIAL

Aunque la visión de un mundo de pobres y de ricos es ciertamente antigua (basta remontarse a las misiones y su objeto evangelizador –pobres de espíritu- y aplicado aunque caritativo –asistir al enfermo, alimentar al hambriento… etc.- ) o al reparto mundial en el XIX con el sistema de las colonias, tampoco es menos cierto que no se tiene una visión mundial de la pobreza hasta entrado el siglo XX.

Esto se debe, desde mi punto de vista, a la consolidación precisamente de la unidad de análisis: el estado; y a la producción sistemática y más o menos fiable de datos empíricos comparables.

Visión 1. La pobreza como una realidad mundial

La pobreza a escala mundial "se descubrió", por citar de manera literal las palabras de Sachs, hacia 1940 en los primeros informes del Banco Mundial (Sachs 1992,161). La pobreza en aquellas condiciones era entendida como una operación estadística de carácter comparado (siguiendo las indicaciones de su principal artífice, Colin Clark) que afecta a los ingresos per cápita de los diferentes estados. Desde esta perspectiva se deriva una estructuración mundial de la pobreza muy clara: países de mayor renta vs países de renta inferior. Y un país pobre es el que queda por debajo de un determinado nivel de renta o umbral. Esta perspectiva, lejos en la actualidad de estar en desuso, ha sido completada con aportaciones empíricas y teóricas y continúa siendo una de las principales fuentes de información y referencia para la descripción (y tristemente) también para el análisis de la pobreza (Fisher 1992).

Visión 2. La pobreza absoluta. Niveles mínimos de vida

Sin embargo, desde el propio Banco Mundial y hacia el final de los años 60 y durante los 70, se produce una reconducción en el término "pobreza". Hablamos de pobreza absoluta y de niveles de vida (consumo de bienes y servicios) sobre los que pesa una clara delimitación o franja a partir de la cual se es pobre. Célebre es la cita (del nada sospechoso McNamara): "para finales del siglo debemos erradicar la pobreza absoluta. Ello significa en la práctica la eliminación de la malnutrición y del analfabetismo, el descenso de la mortalidad infantil y el incremento de la esperanza de vida de forma equivalente a los estándares de los países más desarrollados" . A parte de las implicaciones a nivel internacional que tuvo (y tiene) esta visión sobre la pobreza, también en esa dirección se encuadraron los estudios de Ornati 1966 y las políticas públicas que para el caso de los Estados Unidos, se enunciaron como "War on Poverty", durante el gobierno de Johnson, con los efectos ya conocidos (Danzinger y Gottschalk 1995). Por lo tanto, aquellos países (o grupos) que no cumplan con un mínimo vital establecido según parámetros occidentales, serán pobres. Esto es especialmente relevante si lo entendemos dentro del contexto hegemónico de los EE.UU en el sistema mundial. Por cierto, en la actualidad los Estados Unidos continúan construyendo sus umbrales oficiales de pobreza desde una perspectiva absoluta. Y el Banco Mundial sigue ofreciendo las cifras de los países más pobres en función del 1$ per cápita clásico. El problema es que son los utilizados de forma general para la confección de las políticas sociales y de lucha contra la misma, cuando muchas veces habría que añadir matizaciones en los datos para acercarse a una realidad un tanto más compleja (Hareman y Bershadker 1998).

Visión 3. El "otro desarrollo".

Pero es en la década de los 70, y más en concreto sobre 1975, cuando se empieza a hablar del "otro desarrollo" en términos más cercanos a lo que hoy podemos considerar proceso de empobrecimiento o una definición más amplia de desarrollo. Casi como un discurso paralelo y antagónico al oficialista de instituciones como el Banco Mundial, sus postulados se basan en la liberación como axioma fundamental, está orientado hacia la satisfacción de las necesidades humanas, tanto materiales como no materiales. Se fundamenta en la búsqueda de un equilibrio ecológico y en los procesos endógenos de crecimiento y cambios estructurales, mediante la articulación de lo macro con lo micro e incorporando a los diferentes análisis cuestiones novedosas o no incluidas con anterioridad, como por ejemplo el sector invisible (Max-Neef 1986).

Las diferentes formas de conceptualizar la pobreza y su dimensión mundial que hemos propuesto en estas tres visiones, explican con bastante fidelidad que no fuera posible un consenso. Y precisamente las tres visiones sobre la pobreza mundial de donde se nutren los axiomas básicos del desarrollo humano, cuarta visión, ésta, sobre el proceso de empobrecimiento mundial.

Visión 4. Desarrollo humano

Si a través de las tres visiones anteriores sobre la pobreza como una cuestión mundial podíamos entender e interpretar mejor los indicadores que se utilizaron (y siguen utilizándose), no es menos cierto que nos ocurre un tanto igual con las políticas. Pero la realidad de la agenda política para la lucha de la pobreza global, no dejaba de ser un conjunto de propuestas basadas, una vez más, en la unidad de análisis: el estado.

Las tres visiones anteriores se completan con una cuarta, desarrollada a finales de los 80 y que ahora cumple un decenio de trabajo. La perspectiva del desarrollo humano (PNUD) sintetiza tres aspectos clave de la socialdemocracia como ideología política: renta, educación y sanidad.

Estos tres aspectos son el eje central mediante el cual se articula toda una propuesta de indicadores y políticas aunque, como bien sabemos, cada informe está dedicado a un aspecto más concreto del panorama mundial del desarrollo: mujer(1991,1995), pobreza humana(1997), consumo(1998)…

De todas formas, en el origen, el concepto de desarrollo humano se parece bastante más a la visión de la realidad de la pobreza mundial que llamábamos "el otro desarrollo". Cosa, por otra parte, lógica si tenemos en cuenta las propuestas de partida del PNUD. (Streeten 1994)

Pero llama la atención que los principales indicadores que conforman el IDH sean claramente, y una vez más, indicadores estadísticos con niveles de confianza bajos o muy bajos (con respecto a la credibilidad de los datos proporcionados por el estado de referencia).

Detengámonos un momento sobre los tres ejes del desarrollo humano entendido como ideología, como indicador y como propuesta de lucha contra la pobreza.

Ideología

El concepto de desarrollo humano, y evidentemente la forma de entender la pobreza mundial, sus rasgos y características, son de claro enfoque socialdemócrata. De esa manera hay que enmarcar el desarrollo humano, fruto de un momento histórico en el que el estado nación entra en crisis (en el norte) a la vez que se cuestionan los principios claros de las políticas generadas por el estado de bienestar europeo. No creo que esto provoque demasiada discusión. El problema, como veremos en el aspecto de prescripciones, es más que evidente.

Indicadores

EL IDH (índice de desarrollo humano), IPH (índice de pobreza humana) y otros de esa gama, como los índices de potenciación de género, por ejemplo, son índices sintéticos que recogen la información de diferentes indicadores de manera que su resultado está considerado de forma general.

Desde un punto de vista formal el IDH se establece como un indicador de intervalo [0,1], donde 0 es el mínimo desarrollo humano (situación de pobreza máxima, evidentemente)y 1 (situación de máximo desarrollo humano). Y aunque no es la única forma de tratar de medir el desarrollo (VVAA 1995) sí es una de las qué busca aunar diferentes dimensiones (evidentemente, siempre cuantitativas).

La principal ventaja (e inconveniente) pues es que podemos establecer una jerarquía casi visual sobre quien está mejor y quien peor. Resulta curioso que pasase exactamente lo mismo con la visión 1 sobre la pobreza(rentas, BM). De esta forma, es posible que se caiga una vez más en el dato curioso aprovechable por los medios de comunicación de masas y en la jerarquía internacional como estructura del mundo.

Incluso desde un punto de vista de la construcción del indicador (y siendo conscientes de las críticas epistemológicas de partida: occidentalismo, por ejemplo), algunos de los indicadores que resume el IDH tienen cierta multicolinealidad con otros que forman el indicador compuesto, esto es, educación (años de escolarización, tasas de alfabetismo), salud (esperanza de vida al nacer) y rentas (renta ajustada)

Pero aunque el IDH o IPH (IPH1/IPH2) o el que se prefiera, tenga limitaciones en su construcción, ciertamente supone un avance claro en la metodología de indicadores compuestos (Streeten 1998). Y no solo eso. Básicamente al tratar de aunar perspectivas empíricas como la renta, educación, variables ecológicas, sanitarias (esperanza de vida al nacer) se intenta modelizar la realidad social en su complejidad. El problema es que la realidad social no es únicamente estatal.

ACTITUDES QUE PERPETÚAN LA POBREZA


ACTITUDES QUE PERPETÚAN LA POBREZA

La segunda raíz de la pobreza son algunas actitudes que impiden el progreso, que están en boga general. Estas actitudes son de naturaleza personal, pero suelen generalizarse a tal punto que se convierten en características de grupo de naciones. Algunas actitudes son propias del Tercer Mundo, y frenan su crecimiento inicial, tal como la indolencia, la indiferencia, y la resistencia al cambio. Otras se adoptan más adelante, después de que el Tercer Mundo comienza a imitar las costumbres del primer mundo, tal como la fuerte dependencia sobre sindicatos o gobiernos. Estas segundas actitudes también están presentes en todos los países mas avanzados, donde logran retrasar el crecimiento, pero son devastadoras cuando afectan a las economías emergentes de los países pobres.

Las siguientes son algunas de estas actitudes:

—Tengo derecho a vivir sin molestias de mis actividades agrícolas tradicionales, como lo hicieron mis antepasados.

—Conforme la sociedad trasciende los restos del feudalismo, yo demando el derecho a mi propia tierra, aún si debe quitársele a alguien más, para crecer en ella mi maíz o fríjol o arroz.

—Indistintamente de cuánto produzco, tengo derecho a tener un ingreso suficiente para poder disfrutar de todas las comodidades de la vida moderna, aún si para ello es necesario que se me apoye con precios fijos o subsidios que mejoran mi nivel de vida.

—Yo me conformaré con sentarme en una esquina a vender chicle a los peatones. Si soy estudiante, estudiaré lo menos posible. Si soy empresario, venderé lo que hoy me genere mas utilidades, sin importar los beneficios a largo plazo para mí o quienes me rodean.

—Trabajaré si no tengo alternativa, pero siempre haré lo menos posible, levantándome lo más tarde posible, haciendo únicamente lo que se me obliga a hacer o lo que debo hacer hoy y no puedo posponer, inyectándole a la tarea el mínimo esfuerzo y ninguna iniciativa personal, tomando ventaja de cuánto atajo pueda, y dándome por vencido en cuánto pueda. Siempre promoveré un horario de trabajo más corto, fines de semana más largos, más vacaciones y feriados, y un retiro pagado más pronto.

—Yo no me considero responsable de mi destino. Mi empleador me debe no sólo mi trabajo y mi salario, sino también tiene muchas otras obligaciones para conmigo, tales como mejores condiciones de trabajo, planes médicos, y el establecimiento de adecuados mecanismos para canalizar mis quejas. El empleador es un adversario de los empleados, y debe ser controlado y censurado cuando no provee aún mayores beneficios y utilidades. Yo tengo el derecho de participar en paros laborales pagados siempre que esté insatisfecho con su desempeño. Adicionalmente, lo considero un egoísta capitalista, interesado exclusivamente en acumular una fortuna personal y listo para aprovecharse de mí en cualquier momento.

—Yo delegué en mi sindicato el derecho de velar por mis intereses. Considero que los sindicatos han sido las principales entidades promotoras del bienestar de los trabajadores, que mantienen vivo el espíritu de enfrentamiento con el empleador. El sindicato debe tener poder absoluto para negociar y obligar al empleador a hacer mejoras continuas en mi condición de vida, usando cualquier medio, aún si es ilegal, para obtener estos fines. En el Tercer Mundo, los sindicatos tienen la función básica de obtener para sus afiliados los mismos beneficios de los cuales gozan los trabajadores sindicalizados del Primer Mundo. Mi lealtad total es hacia mi sindicato y cooperaré con él, rechazando cualquier intento por hacerme trabajar más, por más tiempo, o más allá de lo expresamente estipulado en el contrato sindical.

—Yo estoy convencido de que el gobierno no es sólo responsable de proteger a mi sindicato y amonestar a mi empleador, sino también debe asegurarse de que mi salario sea continuamente aumentado. Yo espero múltiples beneficios del gobierno, el financiamiento y la provisión de todas las necesidades de salud, incluyendo beneficios por maternidad para las mujeres; el cuidado durante el día así como la educación de mis hijos; un apoyo en los períodos en que me encuentro desempleado, enfermo o incapacitado para trabajar, y en mi vejez. El gobierno también debe asegurarse de que los precios, las tarifas de camioneta, y las rentas que yo pago sean tan bajas como es posible, y que la calidad de todo lo que compro sea excelente. El gobierno adquirirá todos los fondos necesarios para proveer estos servicios, cobrando impuestos a todos aquellos más ricos que yo, emitiendo deuda, o, cuando sea conveniente, imprimiendo más dinero.

Estas actitudes, tan comunes en tiempos modernos, se reflejan en muchas falacias económicas, que forman la base de los programas políticos de hoy. Algunas de estas falacias son:

a. Seremos más ricos y prósperos en la medida en que gastemos más dinero y ahorremos menos. Un corolario de esta creencia sería: El ahorro produce el estancamiento (stagnation). Esta actitud conduce directamente al desperdicio en el consumo, conocido como consumismo, y al agotamiento del capital escaso, que debe asignarse a la producción de muchas amenidades no esenciales.

b. Seremos más ricos en la medida en que creemos más empleos y paguemos mejores salarios, indistintamente de la productividad. Su corolario: Es contraproducente recortar gastos laborales. Este error conduce al alto costo asociado con la burocracia y la ineficiencia.

c. El desempleo es un mal mayor que la inflación. Su corolario: que se imprima todo el dinero necesario para crear empleos para todos, sin importar que se trabaje poco.

d. Es preferible la inflación a elevar impuestos o disminuir los servicios provistos por el gobierno.

e. La deuda no es importante. Es mejor endeudarse que sacrificar el bienestar presente. Nuestros nietos podrán ignorarla, y la inflación lo hace parecer irrelevante.

f. Los precios deben mantenerse bajos, a pesar de que se aumentaron los salarios ‘y la oferta monetaria. Siempre hay que responsabilizar a los productores por el alto costo de la vida y castigarlos con todo tipo de pena. Nunca se debe considerar culpar al banco Central del alza en precios.

g. El gobierno es un leal servidor público, y su intervención en todos los programas sociales es tanto beneficiosa como inevitable.

LOS SÍNTOMAS DEL ESTANCAMIENTO

El estancamiento, que resulta de las estructuras y actitudes descritas anteriormente, se ve reflejado en dos fenómenos que causan y perpetúan la pobreza: el desempleo y la escasez de capital.

El desempleo:

El desempleo o subempleo, es decir, el uso incompleto o ineficiente de los recursos humanos, es un importante saldo de las actitudes y estructuras que hemos descrito.

El desempleo es causado principalmente por salarios altos y no bajos, surge cuando los salarios no son gobernados por la productividad, sino por las presiones de sindicatos o por decisión gubernamental. Casi nadie reconoce el hecho de que, cuando la productividad de los trabajadores es insuficiente como para proveer un «salario vivible» o un «salario familiar», esa compañía o industria particular genera pérdidas y va camino a la bancarrota. Por ello, todo remedio posible debe aplicársele para transformarla en generadora de utilidades.

Los sindicatos crean desempleo cuando obligan a que suban los salarios en forma antieconómica, o cuando demandan beneficios laborales de alto costo. A fin de cuentas, estas medidas promueven la reducción de la fuerza laboral en relación a su disponibilidad bajo otras condiciones, la mecanización prematura de industrias —para ahorrar en relación a altos costos laborales—, y precios más altos para los bienes enviados al mercado. También contribuyen a crear estos efectos negativos las prácticas que aminoran el ritmo de trabajo o lo paran del todo.

Los gobiernos generan desempleo cuando imponen más regulaciones laborales o normas de empleo de las que puede absorber la economía. La legislación de un salario mínimo es una de las principales causas del desempleo, junto con altos salarios impuestos por los sindicatos. Las tarifas proteccionistas obstaculizan el eficiente control de costos y aportan precios más altos para el público en general; esto significa que se produce y vende menos; y consecuentemente, hay menos empleo.

Cuando los salarios son lo suficientemente bajos, de tal forma que todos pueden encontrar trabajo, no hay desempleo. Surge entonces una mayor abundancia de productos en los mercados domésticos e internacionales, y los precios se mantienen bajos, así que todos pueden adquirir los bienes producidos. Son los salarios bajos los que conducen a condiciones de vida más humanas, que benefician a las familias menos afortunadas y les permite mejorar su suerte.

Son los salarios bajos los que permiten al Tercer Mundo hacer productiva su casi infinita oferta de recurso humano, para compensar por su falta de capital, para llenar al Primer Mundo con sus productos y así crear abundancia para sus ciudadanos.

Escasez de capital:

El segundo resultado del problema estructural y de actitudes es la escasez de capital en el Tercer Mundo.

El capital es escaso porque se desperdicia, o porque se restringe su creación o importación.

El capital es esencial para hacer más productiva a la fuerza laboral, y para financiar y suministrar muchos proyectos generadores de riqueza.

Tanto la iniciativa privada como el gobierno desperdicia el capital:

1. Al asignar recursos a unos no productivos. Por ejemplo, se dedica un porcentaje significativo del ingreso nacional a programas públicos de salud, que en la mayoría de los casos son incapaces de proveer los servicios que motivaron su creación. Los gobiernos masivos gastan cantidades enormes de capital que de otra forma estaría disponible para usos productivos.

2. Al atrapar capital en proyectos que no satisfacen las necesidades básicas de la población: Ejemplos de estos son:

a. La inversión en obligaciones de los gobiernos o bancos centrales (bonos o pagares), que sólo sirve para cubrir déficits pasados y no para crear nuevos bienes y servicios. Pareciera que el canal principal de inversión en muchos países es la deuda pública, en lugar de proyectos creadores de riquezas.

b. La nacionalización de industrias, que generalmente se caracteriza por un alto costo burocrático, servicio deficiente, y pérdida de capital.

c. La construcción excesiva de centros comerciales exclusivos, edificios de oficinas superfluos, y viviendas elegantes. en lugar de la inversión en productos de exportación que generan ingresos.

d. La inversión privada en productos que incitan a las personas al consumismo exagerado, en lugar de la inversión en productos que satisfacen sus más grandes y urgentes necesidades: vivienda popular, centros de salud, educación.

e. Algunas regulaciones y prohibiciones ambientales que resultan en altos costos y ningún beneficio demostrado o tangible.

3. Al expropiar, por la fuerza, empresas agrícolas rentables y luego redistribuir la tierra, lo cual ha destruido al sector agrícola de muchos países.

La importación o creación de capital es obstaculizada no sólo por la incertidumbre política y económica, sino también por medio de determinadas políticas empresariales y gubernamentales, tales como:

1. Prohibiciones, privilegios exclusivos, y la regulación excesiva, que defienden a los monopolios existentes y evitan la emergencia de nuevos proyectos competitivos, aún cuando existan promotores aventureros en el país o en el extranjero, lisos y deseosos de crearlos.

2. Una alta carga tributaria marginal, sobre el ingreso y las exportaciones, lo cual arrasa con el capital de inversión probable y lo desperdicia en dudosas alternativas.

3. Limitaciones discriminatorias sobre la inversión extranjera.

4. Préstamos y donaciones de fuentes internacionales, que frecuentemente substituyen a la autogestión, responsabilidad e iniciativa de los ciudadanos.

El capital nunca debería ser escaso, ya que cuando no es restringido fluye naturalmente hacia aquellas áreas y proyectos más necesitados. Es debido a las políticas anteriores que lo más avanzado en tecnología, productos y procesos no fluye hacia el Tercer Mundo, sino que permanece en el ya opulento Primer Mundo. Así, nuestros recursos humanos hambrientos de capital siguen siendo poco productivos y pobres.

LA POBREZA EN EL MUNDO: SINTESIS


LA POBREZA EN EL MUNDO

En los países en desarrollo viven 1300 millones de personas por debajo de la línea de pobreza, más de 100 millones de personas viven en estas condiciones en los países industrializados, y 120 millones en Europa Oriental y Asia Central.

Las disparidades de la pobreza, realmente alcanzan cifras alarmantes; Asia Meridional concentra la mayor cantidad de población que subsiste con 1 dólar, es decir 515 millones de personas. Seguida por Asia Oriental y Suoriental y el Pacífico donde 446 millones de gentes viven en estas condiciones. 219 millones en África al Sur del Sahara. Y 11 millones en los Estados Arabes. En América Latina y el caribe 110 millones de personas viven con 2 dólares diarios. En Europa Oriental y en los países de Asia Central 120 millones de personas viven con 4 dólares al día.

Por el lado opuesto se encuentran los países industrializados, como los europeos, o Japón o Canadá, que generalmente sus economías sufren una inflación anual muy baja; su línea de pobreza está fijada en 14.4 dólares diarios por persona y su porcentaje de pobres no llega ni a los 15 puntos porcentuales.

En los países pobres, 120 millones de personas carecen de agua potable, 842 millones de adultos son analfabetas, 766 millones no cuentan con servicios de salud, 507 millones cuentan con una esperanza de vida de tan sólo 40 años de edad, 158 millones de niños sufren algún grado de desnutrición y 110 millones en edad escolar no asisten a la escuela.